Hormiga panda (Euspinolia militaris)

El animal de la semana es la hormiga panda, un curioso híbrido que es la consecuencia de una bonita historia de amor entre una hormiga y un oso panda.

Que no os extrañe, en la naturaleza se pueden encontrar vástagos fruto de la unión de varios animales. No es común verlos, pero existen. He aquí varios ejemplos:

No se tiene constancia de animales híbridos entre un ser humano y un animal, pero lo cierto, es que el Hombre Lobo de Crepúsculo, se parece bastante a una alpaca de los Andes… “¡¡Pero qué dices!! ¡¡Si está muy buenooo!!”. Sí, sí, pero se parece a una alpaca.

La hormiga panda que está dentro del orden de los himenópteros (hormigas, abejas, avispas y abejorros), es una especie perteneciente a la familia Mutilidae, conocida vulgarmente como hormigas de felpa u hormigas aterciopeladas. Aunque este curioso híbrido tiene toda la pinta de una hormiga, en realidad es de la familia de las abejas. Y como toda buena abeja que se precie, la hormiga panda se alimenta de néctar de flores.

Las hormigas de terciopelo pueden llegar a medir hasta 2,5 cm, lo que les da un tamaño superior a las hormigas normales. Son de color negro y están cubiertas con una especie de pelusa que, en el caso de la hormiga panda, está compuesta por pelos negros y blancos. El dimorfismo sexual es notorio: generalmente, las hembras suelen presentar mayor abundancia de pelos. Lo mismito que en los seres humanos… Otra diferencia entre machos y hembras, es que ellas carecen de alas, mientras que ellos sí las tienen.

La hormiga panda es todo un ejemplo de igualdad entre sexos en las tareas domésticas. Sus actividades de recolección se dividen en diurnas y nocturnas. La hembra, hacendosa y solícita, recolecta por la mañana, en aras del amor que tiene hacia su marido, para que él descanse por el día y se pegue el almuercito con los colegas. El macho, valeroso y galán, sale a recolectar al caer el sol, exponiéndose a los peligros de la noche y a los depredadores de las sombras para traer el pan de su esposa. Y no olvidemos que ella tiene más pelo que él. Admirable, oyes.

Está especie es endémica de los bósques de Chile, de la región Coquimbo, aunque también ha sido observada en la cordillera de los Andes, entre Argentina y Chile. Fue descrita por primera vez en el año 1938 por Mickel. El tal Mickel es un señor que se nombra en prácticamente todas las webs que hablan de la hormiga panda, pero de él, no se sabe más que eso. En internet no hay más información sobre el misterioso señor Mickel. A mí me da igual quien es el señor Mickel y al mundo, en general, también, pero si cuando hablas de un animal nombras a su descubridor quedas de culto y parece que manejas el tema con soltura y profundidad. Postureo zoológico.

La hormiga panda es un animal que se prodiga poco en este mundo. Es muy difícil encontrar ejemplares y es una especie que apenas se ha observado y estudiado. De hecho, en internet hay poquísimas fotos y vídeos de ella.

Un comportamiento curioso de este animal es que es, en ocasiones, se mueve agitando todo su cuerpo de un lado hacia el otro de manera delirante y desvariada, como si le estuviese dando un telele, al más puro estilo Raffaella Carrá. Los científicos que la han estudiado afirman que esto lo hace para que a sus posibles cazadores les entre el pánico. Si lo hace la mitad de frenética que Raffaella Carrá, a la hormiga panda no le tose ni Perry Mason...

Y ya que hablamos de la hormiga panda, por qué no hablar de sus primas hermanas peludas. Lo cierto es que la hormiga panda es una de las 8.000 especies de hormigas aterciopeladas que aproximadamente hay en la tierra (imagino que el señor Mickel descubriría alguna de ellas, además de la panda). Sin embargo, si veis alguno de estos bonitos insectos, pensáoslo un poquito antes de cogerlo, pues tienen un aguijón muy potente que produce una picadura muy desagradable...